Semillas Tomate "Black Cherry"

Suelo

El cultivo se adapta bien a terrenos de textura desde franca-arenosa hasta franca-arcillosa, siempre que drenen bien para evitar la pudrición de la raíz. El pH óptimo entre 6.0 y 7.0.

Clima

Se desarrolla bien en el intervalo de temperaturas de 16°C a 32°C, las temperaturas inferiores o superiores a estos valores darán lugar a problemas en la fructificación.

Fertilización

Se debe incorporar compost de buena calidad en la fertilización de fondo, teniendo en cuenta que el exceso de nitrógeno conducirá a un gran crecimiento vegetativo a costa de la formación/crecimiento del fruto. El cultivo también necesita fósforo de forma fácilmente asimilable.

Siembra

Siembra en semilleros para su trasplante posterior a la ubicación final. Las variedades indeterminadas necesitan marcos de plantación más amplios que las determinadas.

Riego

El riego por goteo es una buena opción para el cultivo, ya que proporciona agua de forma muy localizada a las plantas y evita el agua en las hojas y los frutos lo que puede conducir al desarrollo de enfermedades.

Control de adventicias

El mulching o acolchado con materiales orgánicos y plásticos son buenas opciones para el cultivo, evita la competencia con las adventicias y que los frutos entren en contacto con el suelo y sea puerta de entrada de posibles pudriciones. El plástico también tiene la ventaja de ayudar a conservar la humedad del suelo.

Control de plagas

Los ácaros (araña roja), pulgones, rosquillas, la oruga del tomate, la tuta (Tuta absoluta), las orugas minadoras, mosca blanca y trips son plagas del cultivo. Para el control de los ácaros se puede optar por la lucha biológica con ácaros predadores y, si fuera necesario, por la aplicación de azadiractina o azufre en polvo si  T <28°C. Para prevenir la infestación y favorecer el control de los pulgones se recomienda realizar fertilizaciones moderadas sin exceso de nitrógeno e instalar setos alrededor del cultivo con plantas que favorezcan los auxiliares. En caso necesario se aplica la lucha biológica con himenópteros parasitoides y predadores, y/o la aplicación de jabón potásico o azadiractina (aceite neem). Para el control de las rosquillas se debe evitar la aplicación de estiércol fresco, se usan cebos de salvado + melaza + Bacillus thuringiensis en la tierra junto al cultivo, se realizan pulverizaciones de Bacillus thuringiensis, se aplica el control biológico con nemátodos de Steinernema carpocapsae o, si fuera necesario, mediante aplicaciones con azadiractina. La oruga del tomate o Heliothis se controla a través de tratamiento biológico com Bacillus thuringiensis. La Tuta es controlada a través de su captura con trampas sexuales para redución de la población, aplicando lucha biológica con mirideos y con el tratamiento biológico con Bacillus thuringiensis. Para las minadoras de hojas debe ser aplicada la lucha biológica con himenópteros parasitoides, instalar bordes de cultivo con plantas melíferas que alimenten a los adultos de los parasitoides.  Para el control de la mosca blanca debe prestarse atención a las fertilizaciones moderadas sin exceso de nitrógeno, no transplantar plantas infestadas del vivero, colocar placas amarrillas engomadas para su detección temprana, aplicar la lucha biológica con himenópteros parasitoides y predadores y, si fuera necesario, usar azadiractina. Finalmente, para el control de trips se usa la instalación de plantas adecuadas en los bordes del cultivo que favorezcan la presencia de auxiliares antocorideos (como caléndulas y otras compuestas)  y la lucha biológica con ácaros predadores y antocorideos.

Control de enfermedades

La alternaria, el mildiu, oidio y la botrytis o podredumbre gris son enfermedades del cultivo. Para el control de la alternaria deben utilizarse marcos de plantación anchos y, si fuera necesario, fungicidas cúpricos (como el caldo bordelés) en tratamiento preventivo. Para el control del mildiu usar marcos de plantación anchos, riego por goteo y, en caso necesario,  fungicidas cúpricos (como el caldo bordelés) si existieran condiciones favorables para la enfermedad (humedad relativa >90%, temperatura entre 10 a 25°C,  noches frías y días moderadamente calientes y húmedos). El oidio puede ser controlado con marcos de plantación amplios, realizando una fertilización moderada sin exceso de nitrógeno y, si fuera necesario, con la aplicación de azufre en polvo polivalente, o azufre en polvo + lithothamne (1:1) en espolvoreo (menos fitotóxico que el azufre puro). En el control de la botrytis se realiza la eliminación de los restos de plantas enfermas, se evita el exceso de vigor y el agua sobre las plantas, y se aplica regularmente bentonita.

Entutorado

Es una operación que lleva a mantener la planta en posición vertical, sin que las hojas y los frutos entren en contacto con el suelo, evitando así la aparición de enfermedades (como la podredumbre), y también mejorando la exposición de la planta a la luz solar, la aireación y facilitando las operaciones culturales y la cosecha.

Poda de formación

Es una operación muy importante en las variedades de crecimiento indeterminado. Se lleva a cabo a los 15-20 días después del trasplante con la aparición de los primeros brotes laterales que deben eliminarse y definir el número de "brazos" por planta.

Operaciones en verde

Las hojas viejas con signos de enfermedad deben eliminarse regularmente. Los rebrotes que aparecen en las axilas deben eliminarse para evitar el consumo de energía. También se eliminan los frutos aquellos que tienen formas y calibres no deseados, así como los que presenten signos de plagas o enfermedades.

Cosecha

La cosecha será escalonada y el momento lo determina el destino de la producción. Así, si el objetivo es la venta, al ser una fruta climatérica, se puede cosechar antes de completar la maduración.

Poscosecha

Independientemente de la variedad debe ser conservados a bajas temperaturas y alta humedad relativa, del 90 a 95%.